Está en marcha un proyecto de ley sobre diversidad familiar y apoyo a las familias, en el que se pretende el reconocimiento jurídico y la protección de todas las familias de España sea cual sea “el estado civil, la orientación sexual o el origen de filiación”, según el documento sometido a consulta pública por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que recoge los objetivos de la futura norma.
En concreto, uno de los objetivos que allí se marcan es “avanzar en el pleno reconocimiento jurídico y social de la diversidad de modelos de convivencia familiar” así como “contribuir a la redistribución de la renta y la riqueza de las familias, incluyendo a todos los modelos de familias, con independencia de circunstancias tales como el estado civil, la orientación sexual o el origen de la filiación”. Añade que se prevé regular el reconocimiento de las familias monoparentales a nivel estatal dotándolas de una acción protectora específica, porque “el actual ordenamiento jurídico no recoge adecuadamente ni con el suficiente grado de equidad las distintas realidades familiares”, se explica en el mencionado documento.
Así, entre otras cosas se propone la creación de una nueva prestación universal por la crianza de hijos, así como ampliaciones de las bajas de maternidad y paternidad, y también el refuerzo de la red pública de educación infantil de 0 a 3 años, así como aminorar las cargas fiscales que pesan sobre las familias, o bien facilitar el acceso a servicios básicos como guardería, energía o vivienda.
En la base normativa sobre el concepto de familia está el artículo 39 de la Constitución española, en la que se declara que “Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.” Y se añade en dicho precepto que: “Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil. La ley posibilitará la investigación de la paternidad.”
Se añade en el artículo 39 de la Constitución: “Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos.”
Todo lo anterior conduce a plantearnos la cuestión de cómo debe ser entendido actualmente el concepto de familia: ¿hay que estar al concepto tradicional de la familia formada por un hombre y una mujer, y por los hijos que ambos han tenido, o bien cabe incluir en ese concepto otras manifestaciones que han venido produciéndose con fuerza durante las décadas más recientes?
Es claro que se trata de una cuestión en la que están implicados principios de carácter ideológico y moral sobre la que puede considerarse como la institución básica de la sociedad, dado que desde ella se produce la socialización de cualquier persona, la transmisión de valores y la educación básica, que nos acompañarán el resto de nuestra vida.
Se puede decir que durante los últimos 20 o 30 años se ha producido una importante evolución del concepto de familia en España, acorde con las tendencias observables en los países occidentales más avanzados, y que este cambio se ha producido con una completa normalidad y tolerancia social, como consecuencia de las transformaciones sociales y culturales experimentadas en la sociedad española. Podría ponerse el énfasis, por ejemplo, en la secularización de la sociedad que ha determinado la máxima libertad ideológica y de costumbres, y también en la tendencia a igualar el papel de los hombres y las mujeres.
Esto ha conducido a un cierto declive del modelo tradicional de familia, basado en la división de tareas entre el hombre y la mujer, aquél más centrado en el trabajo y ésta en las tareas domésticas, y a la correlativa aparición de una gran variedad de estructuras familiares que no se ajustan a ese modelo tradicional, tales como las familias sin hijos, familias con hijos adoptados, familias constituidas por parejas no casadas, familias formadas por parejas del mismo sexo, familias monoparentales, familias ensambladas o reconstruidas a partir de previos divorcios.
Todo lo anterior permite plantear la cuestión de si la actual variedad de modelos familiares permite seguir realizando el tradicional cometido de la familia, centrado en la formación, seguridad y protección de sus miembros integrantes, asegurando especialmente la educación, la salud y el bienestar cuando éstos son menores.
Carlos Climent
Leave a Reply